Queridas y queridos croatas: Queridos chilenos, amigos de Croacia: Durante esta pandemia del coronavirus, todos somos testigos de un modo de vida completamente diferente. De repente, nuestras vidas se vieron forzosamente paralizadas. Estamos obligados a vivir manteniendo una distancia social. Ya no vamos a las tiendas, los cines, los teatros, los restaurantes, no nos reunimos con los amigos. Nos cuesta acostumbrarnos a esta nueva vida, pues somos seres humanos, seres sociales y nos necesitamos el uno al otro. Sin embargo, ahora, hay otra forma en la que nos necesitamos el uno al otro. Cada uno de nosotros hace sus deberes en sus departamentos o en sus lugares de trabajo, nos preocupamos de nuestros seres queridos, nuestros amigos, colegas del trabajo, de nuestros conocidos. Nos comunicamos mediante nuestros teléfonos inteligentes, nos preguntamos unos a los otros cómo estamos, si nos hace falta algo, si tenemos algún problema. A lo mejor ahora tenemos más tiempo para los demás, por lo menos, a través del contacto virtual. No es fácil resistir esta situación en ninguna parte del mundo. Todos nosotros tenemos familia y amigos en Croacia. Así como nosotros pensamos en ellos, ellos también piensan en nosotros. El deseo de todos es que esto termine pronto y que termine bien. Y terminará. Cuanto más nos atengamos a las medidas prescritas, antes pasará esta crisis sanitaria. En Croacia, el Gobierno y la Coordinación de protección civil decretaron las medidas estrictas de prevención ya al principio de la aparición de la enfermedad. Gracias a estas políticas, ahora tenemos resultados que muestran que el número de los contagiados está en la constante caída. Sin embargo, hay que seguir teniendo precaución y no relajarnos. Por eso, seguimos respetando las medidas prescritas por los Gobiernos de nuestros países. En nombre de la Embajada de Croacia en Santiago, quiero entregarles a todos mi apoyo para que sigan resistiendo hasta que se acabe esta pandemia, alentándolos a que cuiden a sus seres queridos, respetando todas las medidas prescritas. Y cuando acabe esta crisis, continuaremos con nuestras actividades regulares.
Por ahora, “quédense en sus casas”.
Afectuosamente, Mira Martinec
Embajadora
