Nuestra Historia

“Nas Dom koji pripada svima nama”

 “Nuestro hogar que pertenece a todos nosotros” fue una de las frases con que Jorge Razmilic Vlahovic, presidente del Estadio Croata, inauguró el 17 de noviembre de 1990 las dependencias que nos cobijan hasta el día de hoy y que hicieron realidad el antiguo sueño de muchos croatas.

La verdad es que la historia de nuestro Estadio se remonta mucho más atrás e involucra los anhelos de tantos antepasados que siempre lucharon por traer un pedacito de la añorada patria natal a esta otra que gentilmente los acogió. Contarla no es tarea fácil. Por más memoria que hagamos, es un hecho que muchos nombres y acontecimientos quedarán fuera. Por lo mismo, invitamos a nuestros socios a ayudarnos a completarla enviándonos datos y fotografías que podamos compartir a través de este sitio.

Para comprender el real significado que tuvo la creación de nuestro estadio hay que conocer más de nuestros padres, abuelos, bisabuelos… Los motivos que tuvieron para dejar su tierra natal, a la cual la mayoría nunca tuvo oportunidad de volver, y su necesidad de contar con un grupo de pertenencia que les ayudara a echar raíces en un país tan lejano como Chile.

Si bien fueron acogidos con gran cariño y respeto, el fuerte apego de los croatas a su gente, sus costumbres y tradiciones, los hizo agruparse en torno a barrios, negocios y luego a instituciones que se convirtieron en un pedazo de esa Dalmacia lejana que nunca pudieron, ni quisieron, sacar de sus recuerdos y corazones.

El año 1860 marca el comienzo de la llegada masiva de croatas a Chile, todos con pasaporte del imperio austrohgúngaro. Para ellos no fue fácil dejar su tierra natal y sus familias, en un viaje tan largo como incierto. Poderosas razones los empujaron a tomar la decisión de emigrar en busca de mayor bienestar:  la opresión del pueblo croata, la negación de una nación reconocida internacionalmente y una plaga en los viñedos de la isla de Brac que los dejó sin ingresos.

La migración siguió creciendo de manera sostenida hasta 1932, cuando se produjo la crisis del salitre, y hoy se estima que los chilenos de ascendencia croata suman cerca de 300 mil personas, siendo la diáspora en Chile considerada como la sexta a nivel mundial por  el gobierno de Croacia .

Si bien los primeros croatas se asentaron principalmente en Antofagasta y Punta Arenas, después de la Segunda Guerra Mundial, muchos de ellos y sus descendientes se trasladaron a Santiago, ciudad donde fundaron el antiguo y recordado “Hogar Yugoslavo” (Jugoslavenski Dom u Cile) en Calle Suecia 249 , Providencia, y que fue por años el centro de reunión para ellos y sus familias,

Fue en el año 1957 cuando en el seno del directorio de esta institución se gestó la idea de formar un estadio que ofreciera a la juventud la posibilidad de desarrollar sus inquietudes y capacidades en el deporte y la cultura y recrear las viejas y nobles tradiciones folklóricas de la tierra de sus antepasados. Hay que reconocer el mérito que tuvo en ello Andrés Marinovic Mladinic, principal impulsor de esta gran obra que disfrutamos hoy.

Lo acompañaron en esta odisea los demás miembros del directorio presidido por Francisco Marinovic Fabjanovic. Entonces se designó un comité a cargo del proyecto, el que estuvo integrado por Nicolás Simunovic Sapunar, Nikolas Bákovic Andreussi, Dalma Dubravcic Sabioncello, Silvia Contreras de Razmilic, José Dekovic, Víctor Jadresic, Francisco Marinovic, Francisco Harasic, Andrés Marinovic, Jorge Dubravcic, Milan Leontic, Danilo Poklepovic, Ivo Poduje, Basko Finfrik, Simón Stancic y Alejandro Marinovic. A ellos se sumaron luego Danilo Luksic, Cosme Skoknic, Veceslav Bonacic, Alvaro Covacevich, Lukas Sekul, Mario Simunovic Milenko Skoknic, Milos Herceg, Adolfo Pavisic, Antonio Montanari y Pedro Rendic.

Este selecto grupo decidió en 1958 comprar el terreno de 28 mil metros cuadros en que se emplaza hoy nuestro estadio y que formaba parte de un loteo del Banco de Chile. En los años siguientes se continuó la recolección de fondos, se pagaron los compromisos contraídos y se iniciaron obras menores que permitieron comenzar a realizar en el recinto algunas reuniones.

Los arquitectos Veceslav Bonacic, José Covacevic, Juan Cárdenas y Raúl Farrú fueron los encargados de diseñar el anteproyecto.

En agosto de 1960 se realizó una asamblea de accionistas aprobándose la formación de una sociedad anónima con un capital inicial de 100.000 escudos.

Algo que distingue a nuestro estadio son sus hermosos jardines, obra que se encomendó al diseñador paisajista Alvaro Covacevich en primera instancia y luego al ingeniero agrónomo Hernán Nally. Paralelamente se perforó un pozo para captar agua.

Las obras fueron avanzando y en 1968 se inaugura la piscina y la primera etapa del estadio, cuya sede fue una construcción provisoria en el lugar donde hoy se encuentra el gimnasio de máquinas.

La aspiración de contar con un recinto de calidad llevó a la colectividad, a decidir, en 1988, la venta de la propiedad de Avenida Suecia. Así fue como se pudo  construir una sede social definitiva, que es la que tenemos hoy y que cuenta con más de 2.500 metros cuadrados. En esta última etapa destacó la labor del directorio presidido por Jorge Razmilic Vlahovic, hombre al cual, sin duda, todos quienes disfrutamos de este estadio le debemos mucho. Le acompañaron en el directorio Antonio Kirigin Barticevic, Horacio González Morales, Dusan Simunovic Ibañez, Ljubo Radnic Franulic, Radovan Razmilic Tomicic, Miroslav Jercic Soto, Nicolas Simunovic Sapunar, Peter Dragicevic Cariola, Alejandro Cekalovic Parafijanovic, Rade Radisic Mladineo, Ivo Kovacevic y Nikola Magdic.

No sería justo finalizar esta historia sin mencionar la importante ayuda  de Andrónico Luksic Abaroa quien, siempre motivado por su inmenso amor a Croacia, realizó un importante aporte que permitió sanear las finanzas del estadio, gracias a lo cual este pudo desarrollarse e incrementar el carácter croata, especialmente en el aspecto cultural, y fortalecer los lasos con otras instituciones croatas presentes en Chile.

El mismo año que se inauguró esta nueva sede se estableció la nueva República de Croacia. Junto con este reconocimiento oficial, nuestro recinto adoptó el nombre de Estadio Croata y acogió en sus dependencias a la representación de Croacia en Chile, en ese entonces a cargo de Frane Krnic, hasta que ella se transformó en embajada y pudo contar con un recinto propio.

Hoy nuestro estadio cuenta con 340 socios, quienes participan de las múltiples actividades que aquí se realizan y que esperamos ir aumentando y mejorando día a día con la colaboración de todos.

Sobre Estadio Croata

"Como institución, buscamos fomentar la práctica de distintas disciplinas deportivas y también culturales. Nos caracterizamos por la honestidad, disposición y entrega hacia todos nuestro miembros."

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